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Entre lo sensacional y lo ético


“Que otro medio se haya adelantado en la obtención de una información no es causa para que El Nacional no la trate como es debido. El compromiso con el lector consiste en mantenerlo informado de todo lo que sucede”. Extracto del manual de estilo del diario El Nacional.

Más que un principio general, un principio ético de la información. El oficio no se trata única y exclusivamente de una carrera de velocidad por una primicia. El reto de informar se compone en ser uno de los ángulos de la información.  El objetivo de comunicar es ser una ventana en la que el ciudadano puede contrastar y enriquecer a través de distintas ofertas informativas sus opiniones.

En consecuencia de lo antes mencionado podemos evidenciar que en Venezuela, muchos de los medios de comunicación, hacen que el oficio de contrastar y enriquecer las opiniones sea una cuestión de pocos. La gran empresa de algunos medios en Venezuela es hacer una labor honesta sin caer en determinismos. Uno de los principales problemas ha sido el determinismo mediático, y como su producto,  tomar por sentado la primera opinión, o la primera noticia que se nos cruza por el frente sin contrastar lo que se nos muestra. Como consecuencia de una paupérrima información, se forma una paupérrima opinión sobre nuestra realidad.

Pero, la carrera de velocistas ha evolucionado a través del tiempo. Antes era pelear por ver quien conseguía vender más periódicos; ahora no es muy distinto, solo se cambió la manera de vender por vender. Se trata de ver quien consigue posicionar más sus contenidos digitales buscando maneras de hacer lo que, hoy en día, se conoce como click bait. El click bait consiste en conseguir el mayor número de clics posibles en un contenido usando títulos llamativos, y que en la mayoría de las ocasiones, no cumple en su cuerpo informativo con lo que te promete el título.

El tema del click bait es un fenómeno digital que en Venezuela ha tomado mucha fuerza y es un tópico que va de la mano con las fake news que abundan en nuestras redes colocando a un lado a los medios que de verdad ejercen la labor periodística.

Sin embargo, entre líneas, el mayor afectado cuando se habla de sensacionalismo, es la sociedad. Ya que una sociedad sin el acceso a informaciones que enriquezcan el juicio personal de cada ciudadano produce opiniones que no están sustentadas sobre hechos concretos, sino en opiniones que están conducidas por el determinismo y la pobre información.

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